domingo, 24 de mayo de 2015

SEMANITA MOVIDITA

Hola soy Ilia, y esta semana me voy a volver loca. Mejor empiezo por el principio:).

-LUNES: Cumpleaños de Iruña, cumplió 18 años además de examen en música tuve que estar hasta las tantas en el bar donde celebramos el cumpleaños de mi hermana mayor, con toda mi familia. Al día siguiente tenia clase y estaría agotada...

-MARTES: Tenia toda la razón estaba agotada, pero no mucho más.

-MIÉRCOLES: Yo tenia un recital de piano pero mis padres no vinieron porque tenían la graduación de mi hermana. Encima al día siguiente tenia 2 exámenes y me habían puesto tarea a más no poder y mi mochila pesaba 999.999.999.999 toneladas, asi que fui a casa de mi abuela a dormir pensando en que al día siguiente las cosas iban a ser complicadas.


-JUEVES: Los dos exámenes creo que me salieron bastante bien pero estaba nerviosa por la fiesta de Santa Joaquina. A la tarde fui a música y, cuando volví a casa estuvimos probando a hacer este peinado:

 -VIERNES: Fue Santa Joaquina me lo pase genial y fui de motera, aunque mucha gente me preguntaba si no iba de una cantante que se llamaba Ami Winehouse y que por lo visto está muerta. Además a la tarde tuve el cumpleaños de una amiga y como ibamos disfrazadas le pedí a mi madre que me pintara los ojos y un lunar encima de la boca para parecerme a la cantante esa. Cuando volvimos a casa por la noche cenamos pizza, así que casi fue el día perfecto.

-SABADO: Nada especial fui a mi pueblo y nacing else.

-DOMINGO: Primera vez que Iruña vota. Había muchisima gente haciendo fila para votar y mi madre me ha dejado meter sus papeletas en las urnas. Después de que los 3 mayores voten nos vamos a tomar un pote con el resto de la familia. 

sábado, 23 de mayo de 2015

PROYECTO 30 (XII): ABRIL

Y ya casi llegamos al final.

Con un poco de retraso porque sufrimos un parón en la producción de entradas y como lo único que habíamos mantenido era el proyecto 30 he intentado espaciarlo un poco.

Aquí va el mes de Abril. El penúltimo para que este proyecto 30 se convierta en un proyecto 365. Al final, tendré 365 días reflejados gráficamente. Un año entero de mi vida.

Mientras tanto, abril ha sido un extraño mes. Se acerca la primavera y todo empieza a florecer. Hay luz, empiezan las ganas de hacer cosas y disfrutar del tiempo y de las buenas compañías que comparten la vida contigo. Pero este mes de abril ha sido también un mes de reflexiones, de cambios, de darle vueltas a las cosas, de cuestionarte algunos afectos. Limpiar la casa supone siempre un esfuerzo pero, a la larga da también muchas satisfacciones. Ese está siendo mi aprendizaje primaveral.

Os espero el mes que viene cerrando este ciclo. Está siendo toda una experiencia.


martes, 19 de mayo de 2015

LOS 18 DE IRUÑA

Asi la despertamos a las 7 de la mañana, con todo preparado y cantándole los 4 "Las mañanitas"


Parece mentira pero ayer Iruña cumplió 18 años. Ion dice que le estoy dando demasiada importancia al número, cuando hay que vivir todos los cumpleaños igual, pero para mí es un año especial. Los 18 son como los 40, algo que hay que celebrar por todo lo alto. Una frontera psicológica . Solo que en este caso la frontera no es ya tan transparente. De repente, esa cosa pequeña de 54 cm y 3 kilos y 1/2 se hace mayor de edad, puede votar, beber alcohol (legalmente), entrar en las discotecas sin que le pidan el DNI (o, al menos que, cuando se lo pidan no la echen para atrás). Y, por supuesto, puede ir a la cárcel.



De repente es como si se hubiera hecho mayor. Y eso es un regalazo. Y acojona. Las dos cosas a un tiempo.

Es un regalazo porque ya no puedo recordar la vida sin ella.


Iruña es como vivir en una montaña rusa de emociones intensas y su padre y yo hemos aprendido mucho gracias a ella, nos hemos divertido, hemos visto la vida con unos ojos nuevos, hemos crecido, hemos aprendido a amar sin condiciones, hemos aprendido que por muy tranquilo que seas, un hijo te puede hacer perder la paciencia algunas veces y que, aun en esos casos debes parecer un adulto controlado, aunque dentro tengas a un niño rabioso. Nos hemos reido a carcajadas y hasta que se nos han caído las lágrimas. Nos hemos emocionado... Hemos empatizado de manera enfermiza. Recuerdo una vez que subimos a Iruña en una cama elástica de esas que te cuelgan con unos arneses y te suben un montón de metros. Yo estaba horrorizada y ella no dejaba de dar volteretas en el aire a diez metros de altura. Tendría 7 años y ya era una saltimbanqui. Miré a Ion y los dos nos estábamos dando vuelo con las piernas, como si estuviéramos también allí arriba.


Ayer cumplió 18 años. Pero, además, hoy ha terminado sus últimos exámenes en el colegio al que va desde que tenía 3 años. Mañana se gradúa (que es algo que en nuestras épocas no hacíamos, pero ahora...). El otro día le dieron la orla (y no se gustaba a ella misma en la foto; como nos pasa a todas. Yo en la mía parecía que me había disfrazado de Laura Palmer. Estaba asesinable, jajaja). Y el domingo votará por primera vez en su vida y allí iremos los tres, mano a mano. Son unos dias de cambios intensos, despedidas, bienvenidas, puertas que se cierran y otras que se abren de par en par, aventuras, de abandonar la zona de confort, pelear por ser feliz.



Ayer en el facebook solo nos pidió un regalo: un poco más de manga ancha. Le contesté que era consciente que se estaba acercando el verano y teníamos que empezar a utilizar menos manga y más tirantes; pero dá miedo hacerlo, soltar la cuerda, dejarla volar.



Y si por algo acojona ver que se está haciendo mayor es por eso. Y también porque nos recuerda el inexorable paso del tiempo y que ya no soy esa cría de 25 años que se emocionó al ver por primera vez la cara de su bebé, que era como un milagro. Recuerdo aquella noche yo durmiendo agotada y Ion asomado a la cuna de su hija, sin poder pegar ojo porque le parecía que aquello era magia y que no podía ser algo nuestro. En realidad, no lo era: era un proyecto de mujer libre, inteligente, independiente, segura y luchadora con la que tenemos la suerte de compartir la vida.

¡Felicidades, Iruña!!



A propósito: hoy he quedado a tomar el café con una amiga y excompañera de trabajo, que tiene la misma edad que yo. Las dos contándonos nuestras cosas: yo que mi hija ayer cumplió 18. Ella que está embarazada de su primer hijo. ¡Larga vida a las mujeres!


domingo, 17 de mayo de 2015

DISFRACES DE SANTA JOAQUINA

Hola soy Ilia, se que hace mucho que no escribo, pero es que he estado muy liada. Entre otras cosas he tenido que elegir disfraz para


                                     SANTA JOAQUINA
mejor empiezo por el principio:


-MAQUINA DEL TIEMPO:

Yo iría como la foto de arriba o algo así (de 2015),  otras irían de piratas pijas, otras de los años 80, otra de bebé (2005), otra de Grease, otra del medioevo...etc. Pero al final rechazaron la propuesta, cuando antes la habian aceptado.



-ANIMADORA:

Luego, como nadie quería ir de eso me uní a otras amigas mías para ir de  animadora per ese grupo tambien se disperso.


-MOTERA:

 Y por fin hemos decidido ir de moteras parecido a la niña que veis en la imagen. Esperemos que no cambien de idea en al último minuto. Sobre todo porque ya me he comprado la cazadora de cuero, aunque algunos de vosotros podéis pensar que todo esto ha sido una excusa para comprarme ropa más moderna que los vestidos que a mi madre le gusta comprarme.

jueves, 14 de mayo de 2015

"CRUZAR EL RIO" de Fco. Javier Oliva

Título: Cruzar el río. 
Autor: Fco. Javier Oliva
Editorial: Ledoria
Año: 2015


Sinopsis; Marita no entiende de crisis económicas ni personales. Siempre se ha manejado por el mundo gracias a la influencia de su apellido, de su trabajo y de su dinero. Cuando aterriza en el infierno de la indigencia trata de subsistir sirviéndose de las mismas estrategias que había utilizado para mantenerse en la cima del poder, pero en los bajos fondos descubre que necesitará otras llaves para abrir las puertas que le permitan cruzar el río de vuelta a su propia vida.

Biografía: Fco. Javier Oliva (1965) es escritor y periodista.
   Tiene publicadas tres novelas: El Sueño de Judas (2007), La Torre del Gallo (Ledoria, 2011) y El cooperante (Ledoria, 2012). Su intensa vocación narradora se ha visto reconocida al resultar finalista del prestigioso Premio Fernando Lara de novela en su edición XVII. También ha sido galardonado con el III Premio de Relato Corto del foro ¡¡Ábrete Libro!! y con el XXXI Premio Literario del Excmo. Ayuntamiento de Tobarra.   Actualmente mantiene el Blog de opinión “Lo que se me pinta” (www.loquesemepinta.blogspot.com), publica en prensa de forma ocasional reportajes que cuentan sus viajes desde una óptica social, y colabora en radio como comentarista literario.
   Cruzar el río (2015), su cuarta novela, da continuidad a una carrera brillante como novelista.



Mi opinión: A través de una amiga común Javier me propuso que el próximo 29 de mayo le acompañara en la presentación de su novela a las 6`30 de la tarde en Elkar Comedias, de Pamplona. Acepté encantada en cuanto me leí los dos primeros capítulos de "Cruzar el río".
Creo que hay miles (bueno, quizá sean decenas, es que soy un poco exagerada) de formas de poder catalogar un libro. Nos estamos haciendo todos especialistas en lo más concreto pero, al final opino que las novelas más allá de su temática, se pueden dividir en dos tipos: las que evaden y las que ayudan a comprender el mundo. Igual es porque soy una lectora compulsiva y leo de todo, pero siento que los dos tipos son importantes y hay que darles un espacio.
Las que evaden son como echar una siesta. Necesarias para descansar y relajar el cerebro. Las que ayudan a comprender el mundo, en cambio, son nuestro alimento y "Cruzar el río" es, evidentemente un libro que alimenta. 
Por mi profesión me gustan las historias que tratan de visibilizar a las personas que se encuentran en los límites de lo que rimbombantemente llamamos Alta Exclusión. He leído todo lo que ha caído en mis manos sobre personas que viven en la calle, desde estudios técnicos y estadísticas hasta algunas novelas. Pocas porque no he encontrado demasiado sobre este tema. La última, una novela llamada "Doble vínculo" muy clara y que mostraba mejor que los manuales la forma de tratar este tema en EEUU, mezclado con el Gran Gatsby. 
Tengo que decir que "Cruzar el río" es de lo mejor que he leído sobre el tema. Escucho en mi despacho cada día historias de personas que lo han perdido todo, que duermen en la calle o le ha tocado hacerlo. La extrañeza inicial de esa primera noche en la calle suele ser un hito en la mayor parte de los procesos, el miedo, la soledad... Recuerdo a una persona que me dijo "Cuando entráis por la noche a un cajero y nos veis durmiendo, yo sé que pasáis miedo. Lo sé porque yo paso aun más miedo que vosotros".
Javier ha sabido plasmar esos sentimientos de Marita desde que llega a la calle y piensa que esta es una situación absolutamente provisional, que va a durar como mucho un par de días, hasta que toma conciencia de lo difícil que resulta vivir y salir de la calle. La dicotomía entre la Marita exitosa del pasado y la mujer empobrecida que duerme entre cartones y lo ha perdido todo, incluso las relaciones más relevantes de su vida, es una realidad, las dos orillas del río. No desvelaré más para no destripar esta historia. 
En la calle no solo destroza el frío o la dureza del suelo, sino la soledad, la sensación de que cada día es exactamente igual que el anterior y procurar las necesidades más básicas es el único objetivo. Javier refleja bien el paso a paso, las caídas, las pérdidas. 
Recomiendo absolutamente esta novela. Además del interés literario que tiene el poder hablar de las personas sin hogar, quienes se encuentran en la calle y, por lo tanto, son especialmente visibles y a cambio no les vemos, lo recomiendo por la forma en la que Javier lo hace. "Cruzar el río" nos habla de tú a tú, al oído. Marita habla en primera persona y se dirige a mí, a tí, a nosotros... Nos invita a cruzar por un momento a su orilla. No busca compasión. Al contrario: a veces nos enfadamos con la protagonista y de las decisiones que le han llevado hasta ese momento exacto de su vida. Javier demuestra una gran madurez, sensibilidad, empatía y conocimiento del género humano al escribir esta historia. Y lo hace a un ritmo ágil, que hace que quieras seguir sabiendo más. De donde viene la protagonista; dónde va. 
Una buena lectura para el final de esta primavera. 

lunes, 11 de mayo de 2015

EL CORAZÓN QUE A TRIANA VA...


El año 1992 fui a la expo de Sevilla.

Yo era una cría y una de mis mayores ilusiones era poder viajar y conocer lugares, personas, formas de hacer las cosas, culturas, pasiones, historias... Aun no había tenido tiempo de hacerlo, pero sabía que tenía mucha vida por delante. Mientras tanto, paseaba por cada uno de los pabellones de aquella expo pensando "Me muero por viajar allí...". Todo me parecía interesante, sorprendente, estimulante, nuevo... Y eso que uno de los momentos que más recuerdo es el pabellón de Madrid con un corto de Bibi Andersen (vamos, la Bibiana Fernández de ahora) cantando "Soy lo prohibido" con la voz de Olga Guillot.

El caso es que han pasado 23 años desde entonces y he conocido muchos de los países que fui visitando pabellón a pabellón pero, en cambio, no había vuelto a ir a Sevilla. Fuimos aprovechando el puente del 1 de mayo (desde Zaragoza y en AVE Sevilla está a un tiro de piedra). Y el viaje ha sido inolvidable.



Soy de Pamplona, así que uno de los primeros lujos de llegar el 30 de abril a Sevilla es, sin duda, poder quitarme las medias y las botas, cambiarlas por unas sandalias, ponerme tirantes, salir a pasear debajo de sol. Esa mañana en Pamplona hacía 4 grados de temperatura; va en serio. Y cuando llegué a Sevilla, me encontré con 30 grados. Casi lloro del agradecimiento.

Por lo demás, callejear, disfrutar de una ciudad preciosa, los reales alcázares, pasear por el barrio de Triana, disfrutar por el barrio de Santa Cruz y recordar a mi abuela cantando una coplilla que decía algo así como: "Santa Cruz es un barrio que hay en Sevilla. Y allí existe la calle de la Pimienta, donde yo cierta noche vi a una chiquilla, que loquito me ha vuelto sin darme cuenta". Encontré la calle y me hice la foto, con la misma misma ilusión que si se la fuera a mandar a la abuela Josefita para que volviera a cantarme aquella canción.


La manifestación del Día del Trabajo


Desayunar en los reales alcázares, que serán de los jardines más bellos que recuerdo




Como recomendaciones: el Hotel Becquer. Está bien pero, sobre todo, tiene una ubicación inmejorable.

El restaurante Casa Robles. Tan cerca de la Giralda que pensé que sería uno de esos locales pensados para guiris cuando, en realidad, era una auténtica delicia parapicotear; las setas con huevos rotos y el postre, para perder el sentido.

El restaurante ConTenedor, que estaba tan lejos que hicimos la turistada de ir en calesa y aprovechar para conocer la virgen de la Macarena. Una persona sin hogar, que dormía en la calle, se levantó de su manta, con un tetrabrick en la mano y gritó: "Viva los novios!!!!". Pensé: C`est la vie!

La decoración de aquel restaurante en el que había tanta gente que cuando reservamos nos dieron dos banquetas en la barra, aunque luego nos consiguieron una mesa. El vino, variedades de vino como para una vida entera probando, las migas de cacao...



Han sido 23 años sin volver a Sevilla, aunque sé que la próxima vez no voy a tardar tanto.

Eso si, como soy de afectos estables tengo que decir que en Sevilla comí con los mismos dos hombre con los que lo hice aquel verano de 1992. Y, además, como los dos son de buena cosecha, han mejorado tanto con los años que compartir el tiempo con ellos ha sido, sin duda, el mayor de los placeres.



Y, para terminar, lo siento, sí, soy una mitómana. Miguel Bosé, siempre. Por muy ridículo que resulte su pasado a veces... Pero verle cantando "Sevilla" sigue siendo un recuerdo, lo más... Bueno, visto así, hay que reconocer que Sevilla siempre tendrá cosas mejores, mucho mejores. No se ha conservado demasiado bien esta canción, por mucho que me volviera loca...


domingo, 10 de mayo de 2015

PROYECTO 30 (XI): MARZO

Esta semana he estado reorganizando el blog después de unos meses en los que lo hemos tenido demasiado parado por culpa de LA PROPOSICIÓN DE CAROLA, de las clases de Iruña, de los cuentos de Ilia y, sobre todo, la vida que este invierno se nos ha complicado un poco. Afortunadamente, solo un poco. Lo suficiente para que ahora podamos disfrutar viendo que, de nuevo está saliendo el sol y el cielo se pone azul a nuestro paso.

Voy con mucho retraso, es cierto. Así que ahora me tendré que poner al día dándome algo de prisa y acelerando el motor. Estamos en el mes de marzo. Lo recordaba recogido, brumoso, nevado, lento, frío. Y, al ver las fotos veo que también ha tenido momentos soleados, divertidos, brillantes, compartidos, de auténticas carcajadas... La vida es eso: el ying y el yang, sabiendo que la balanza debe dar siempre un saldo positivo. Ese es el camino, nada más. El camino de una vida feliz.

Y verlo en fotos es una manera de constatar que la vida siempre siempre siempre merece la pena