martes, 21 de octubre de 2014

PREPARANDO EL NaNoWriMo (y un pequeño aperitivo de "La proposición de Carola")

Yo soy muy de retos. Eso ya lo sabéis los que seguís este blog porque me apunto a un bombardeo y el "Proyecto 30" es un fantástico ejemplo (me lo impuse para el mes de junio y ya estamos por octubre y subiendo; sospecho que va a acabar siendo el "Poyecto 365" al que no me atrevía a lanzarme a la primera porque ya estamos a punto de culminar los 5 meses). El caso es que había oído muchas veces hablar del NaNoWriMo y me producía curiosidad, sobre todo por lo que tiene de espolear el esfuerzo y la creatividad en la escritura.



¿Que es el NaNoWriMO, os preguntaréis muchos de vosotros? Muy sencillo: empezó siendo el National Novel Writing Month, lo que pasa es que conforme han ido pasando las ediciones (este año 2014 se celebra la 16ª edición) ha dejado de ser "Nacional" para convertirse en un reto mundial. Se calcula que el año pasado se unieron al reto más de 300.000 personas de todos los continentes.

¿Y cual es ese reto que mueve a tanta gente? Comprometerse a escribir. Pero no cualquier cosa. Al menos 50.000 palabras en estos 30 días del mes de noviembre. ¿Complicado? Si. Os puedo decir con conocimiento de causa que es complicado. El año pasado decidí liarme la manta a la cabeza y hacerlo. Como soy organizada, calculé. Al menos 1.666`66 palabras por día. Si calculamos que en cada folio solemos meter unas 300 palabras, estamos hablando de 5 o 6 folios. Posible. Pero no contaba con esos días en los que te abandona la inspiración. Ni en esos ratos en los que metes a los niños a la cama e, inmediatamente, te coloniza la pereza y cualquier programa absurdo de la tele te parece una maravilla con tal de no esforzarte en escribir un rato más. Ni con esos otros en los que los niños quieren mimos y amor. Ni con las cenas con las amigas, que te hacen trasnochar y no te dejan madrugar. Ni con los bajones producidos por el exceso de trabajo o por la gripe... 



Imponderables de la vida que, al fin y al cabo, están ahí siempre. Aun así, lo conseguí. Sudando lágrimas los últimos días y con una cierta sensación de estrés. Lo hice y por fin escribí casi la mitad del primer borrador de "La proposición de Carola". Cuando acabó noviembre tenía una columna vertebral en la cual sujetarme y, sobre todo, ganas de darles una resolución a aquellos personajes de los que me había enamorado. Porque decidí centrarme en una historia sencilla para poder hacerlo y, al final, sucedió. Era la historia que tenia que escribir y se ha convertido en mi gran aventura literaria. Este mes de noviembre se publica mi libro y en diciembre será la presentación en sociedad en un acto precioso que os iré contando pero que ya podéis apuntar en vuestra agenda: será el 11 de diciembre.

El caso es que la experiencia, después de todo fue tan positiva que este año voy a volver a intentarlo. Aunque esta vez me he guardado un poco las espaldas y el libro en el que voy a trabajar durante todo el mes de noviembre de una manera intensa y dedicada será "Una vampira con brackets" la novela que mis dos hijas ya han bocetado casi desde el principio hasta el final. Ellas son las que crean la historia y esta vez yo solamente la plasmo en el papel. Y escribir durante el mes de noviembre al menos 50.000 palabras teniendo ya un sólido guión en el que poder apoyarme no es lo mismo que hacerlo a pecho descubierto. 



Además, este año la organización ATRAPAVIENTOS (Observatorio de Literatura Infantil y Juvenil) van a apoyar esta iniciativa desde nuestra tierra. Seguro que ellos, lo mismo que yo opinan que este RETO

1.- Fomenta la creatividad.

2.- Me disciplina. Escribo todas las noches del año de 10 a 12 de la noche (por lo menos; Ion dice que mucho mas y que algún día voy a ir a trabajar sin acostarme) pero si un día me invade la pereza, saber que me he apuntado al NaNoWriMo y sentirme acompañada por otros 300.000 escritores me espolea.

3.- Avanzo, avanzo, avanzo... sin andar cuestionándome a cada instante lo que estoy escribiendo. Sin perder la vida documentándome (eso ya lo he hecho antes o lo haré después). Durante el mes de noviembre tan solo me dedico a escribir y sobre lo demás "Ya lo pensaré mañana..." igual que una Scarlett O`Hara armada con su ordenador portatil y sus ganas de emborronar folios.

4.- Este año tengo cerca a más gente que se ha impuesto el mismo reto. A los del grupo Atrapavientos, en Zaragoza; espero aprender cosas de ellos. 



5.- Daré vida a Malena, a los Vampire Night, a los sueños de mis hijas... Con esta historia tengo ya emborronados un millón de papeles, notas, el brillo de las niñas al hablar del siguiente capítulo... Ahora ve a crecer. Os digo yo que el próximo mes este sueño va a crecer como un loco.

6.- Me dedicaré un tiempo para mí. Al haberme impuesto esto del mes de la escritura como una obligación, me impondré escribir por encima de todo, sin enredarme en planes que muchas veces ni siquiera me apetecen demasiado, centrada en mi proyecto. 



7.- El 30 de noviembre gritaré de alegría, me colgaré mis 50.000 palabras debajo del brazo y lo celebraré bailando por las calles de París. Prometo que ese será mi premio. Después, en diciembre, empezaré la labor más difícil: desescombrar, la tala, la poda, el modelado de cada palabra y cada sentimiento, el alma de la historia al fin y al cabo.

Es fácil arreglar un folio en blanco. Muchas posibilidades, es cierto, pero ninguna certeza. Con el primer borrador tendré encima de mi mesa algo en lo que trabajar, un comienzo, el germen de algo. El lugar por donde irán dando saltos mis nuevos personales tratando de no romperse un brazo ni una pierna con la falta de ritmo y los adverbios grandilocuentes. Esperando que yo sepa arreglarlo.    

Y tú, ¿no te animas a hacerlo este año conmigo? Va a merecer la pena, te lo aseguro.   

Y, antes de terminar, un pequeño regalo. La editorial contrató a un diseñador (Nestor Martinez) para construir mi portada. Aquí os dejo el primer borrador, el que hizo a lápiz. El definitivo es maravilloso pero estoy esperando a que cierren la tipografía de mi nombre y del título para enseñaroslo. Mientras os dejo aquí ese boceto que cuando me mandó me hizo ilusionarme igual que una primeriza delante de la ecografía de su futuro bebé. Intensamente. 



Carmelo, mi editor, me dijo que quería que la portada de "La proposición de Carola" resultara muy cinematográfica, con toques de película de los años 40 porque para él el libro retrata a una pareja mágica, una historia de amor compleja que defienden dos personajes redondos, clásicos, inolvidables... Me sentí exultante porque esa definición es para mí un auténtico regalo. Esta semana, seguramente, podré enseñaos ya el maravilloso resultado definitivo. Un premio. 

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