jueves, 29 de enero de 2015

UNA GRAN AVENTURA PERRUNA



     Hola soy Ilia. Desde el domingo pasado (25 de enero) estamos teniendo en nuestra casa una aventura liosa (más bien tenemos que decir que es muy perruna) con un nuevo miembro de la familia llamado Indi. Es (muy) bajo, siempre anda a 4 patas y es negro (literal).

Pensar que puede ser ...


    Igual lo habéis adivinado igual no, pero os voy a responder rápidamente. Estoy hablando de....

                                        ¡¡¡UN   PERRO!!!

Al ir a por él, Iruña y yo nos bajamos de la villavesa y nos perdimos por la Morea. Es que no saben señalar las calles. 

Entonces cuando llegamos a la Protectora de animales, justo oímos que preguntaban:

-¿Ha llegado ya la familia?

Iruña tímida levantando la mano, respondió:

-Si aqui estamos.

Y nos enseñaron a Indi. En realidad, no se llamaba así pero nos dijeron que podíamos ponerle el nombre que quisiéramos porque todavía era muy pequeñajo. Así que le llamamos Indi porque en esta casa todos nuestros nombres empiezan por la I y, claro, él no podía ser menos.

Indi tiene 2 meses. es un bebé. Nos enamoramos de él en cuanto le vimos. Entonces, entre mucho papeleo y muchos pachin y pachans al final nos lo llevamos.  

No sabiamos como llevarlo y lo metimos en el bolso de Iruña pero claro, no podíamos subirlo en la villavesa, asi que tuvimos que llamar a mi tío Miguel y pedirle que nos viniera a buscar. Pero todo sin que mis padres se enteraran de que llevabamos a Indi porque ellos pensaban que ibamos solo a verle, no que nos lo iban a dar ese mismo día. 

No os creáis que les habíamos engañado. Llevamos semanas y semanas hablando de la idea de tener en casa un perro y, además, como Indi es pequeño, no va a crecer mucho y nosotros tenemos terraza, la cosa es más fácil. Iruña y yo nos hemos comprometido a limpirle la caca, a lavarle, a sacarle a pasear cuando sea más mayor y pueda salir a la calle sin enfriarse y a darle de comer. Pero yo sé que mis padres ya le han empezado a coger cariño. Y eso que solo lleva 5 días en casa. Pero es una monada y todos le queremos. Incluso papá, que es el que menos ganas tenía de tener un perrito.

Os mantendremos informados. Prometido. 



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