Hace más de un mes que no tocábamos este blog, pero creo que tenemos excusa para haberlo dejado aparcado durante estos 33 días.
Las niñas han tenido sus exámenes, (han sacado las dos muy buenas notas y su hermano también, así que Ion y yo estamos muy satisfechos). Hemos estado pasando una semana en París con mi madre, mi tía y mi hermano. Hemos disfrutado mucho. Han sido los festivales de villancicos de todos de Ilia y de Irai (Iruña hace su espectáculo de booiaka). Hemos tenido cenas de fin de año, aperitivos, despedidas, recibimientos... Y yo he presentado por fin en sociedad "La proposición de Carola".
Ha sido increíble. Uno de esas etapas que sé que recordaré toda mi vida. El libro entró en imprenta y eso ya te remueve por dentro. Después, un día los libros llegaron y cuando abres el paquete en el que vienen y los hueles, y los miras y los toqueteas, como si no pudieras creertelo... es un momento sencillamente irrepetible. Algo así como ver qué se materializa un sueño.
El 11 de diciembre fue la presentación de la novela. Me acompañaban María Sanz de Galdeano y Tomás Yerro. Dos grandes profesionales pero, sobre todo, dos personas siempre disponibles para apoyar esta aventura y, en el caso de María, todas las que voy investigando en la vida.
Y la gente a la que quiero acompañándome. Miraba al frente y allÍ estaban las personas más importantes de mi vida escuchándome, acompañándome, haciéndome saber que si ellos estaban allí las cosas solo podían ir bien. Y fueron bien. Casi 120 personas. Los libros encargados por el Corte Inglés agotados antes de empezar el acto. La firma de los libros. La aventura de ver que, por primera vez Alejandro y Carola, Carola y Alejandro volaban de mi lado y se iban a otras casas, a otras perspectivas. A otros sueños.
Desde entonces, tres entrevistas (en el Diario de Navarra, el Diario de Noticias y la Eguski Irratia), mucho aprendizaje sobre librerías y distribución, feroces críticas literarias (en realidad, han sido todas muy positivas, posiblemente porque la gente es muy amable). Ilusión, mucha ilusión. Expectación también. He intentado aprovechar el momento para decirle a la gente que quiero que la quiero.
Tengo que reconocer que, en medio de todo esto, he tenido tanto trabajo que he estado también a punto de estresarme un poco, principalmente por no poder disfrutar todo lo que quería de esta maravillosa aventura. Estamos a las puertas del fin de año y eso hace que se me acumulen los expedientes, las familias que tienen que cobrar, las personas que no pueden dormir en la calle cuando el tiempo refresca, las preocupaciones por ver que todo funcione bien cuando me coja vacaciones... Pero la vida es así, compleja, llena de diferentes aspectos que tienes que encajar porque todos forman parte de tu día a día y yo, desde luego, no me engaño. Escribo de toda la vida y lo seguiré haciendo. He publicado mi primera novela esta vez y no sé si publicaré alguna más o no lo haré. Simplemente esta ha sido una experiencia. Una anécdota también. Uno de esos momentos redondos que hacen que la vida sea una maravillosa aventura.
Esta semana prometo intentar ponerme al día: tengo en mi debe contar el viaje a París. El proyecto 30 de noviembre, antes de que se me acumule con el de diciembre e incluso con el de fin de año o, lo que es lo mismo, el primer semestre. Ilia os quiere contar la decoración navideña y también hacer un catálogo de las postales que vamos a mandar, la suya, la mia del trabajo, la nuestra-familiar... Muchos proyectos. Proyectos que nos hacen cómo somos.
A los que ya estáis de vacaciones, desfrutad. A los que aun seguimos con el pico y la pala, un último empujón. Intentaremos estar de nuevo más presentes.
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