martes, 4 de noviembre de 2014

PROYECTO 30 (VI): OCTUBRE

Otro mes que he conseguido el reto. 31 días fotografiados, día a día. 153 días ya registrados en imágenes.

Me siento contenta.

Ha sido un mes complicado. Vuelta a la rutina, a las extraescolares de los niños, a las mochilas y las carreras al salir del colegio. Al estrés. Al exceso de trabajo. A la sensación de que llega el invierno y en un trabajo como el mío (técnica de Alta Exclusión) eso marca la agenda a cada instante porque todo tiene que estar dispuesto y preparado, porque se acerca el frío, porque nadie que no quiera tiene que tener que dormir en la calle.

También ha sido un mes maravilloso. Las historias con los niños a la salida del cole. Las manualidades de Halloween (Ilia hará una entrada esta semana, cuando tenga un momento; anda aun más liada con la vida que yo); la canción de Blancanieves que está aprendiendo a tocar en el piano; la casa rural con los amigos, un espacio de paz, acogedor, uno de esos instantes que duran 48 horas pero que siempre quieres guardar, un karaoke loco, una noche de risas, confidencias y canciones, las tartas de chuches con Raquel, nuestros sueños pensando que algún día haremos nuestra empresa I+R de eventos para celebraciones, los cafés con las amigas, los martinis con esas compañeras de trabajo que están empezando a ocupar un espacio en mi vida justo ahora que van a dejar de formar parte de mi vida laboral y, sobre todo, el libro. Durante este mes, el protagonismo del libro ha sido indiscutible. Una aventura.

El mes que viene empieza otro proyecto (que se solapa con este). EL NaNoWriMo (ya os he hablado de él). En realidad, ya estoy en él (8.200 palabras y avanzando con cien cañones por banda, viento en popa a toda vela...). Eso me quita tiempo para mantener el blog este mes. Es evidente. No importa, el blog permanece, las niñas colaboran, el tiempo pasa y se refleja en este proyecto 30 por capítulos. La vida continúa...


1 comentario:

  1. Qué bonito proyecto, guapa. Lo mejor de todo es tropezar con el collage en la nevera y recordar los buenos momentos vividos.
    Un abrazo

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